En España se calcula que puede haber cerca de 300.000 personas afectadas por el Parkinson. Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, después de la enfermedad de Alzheimer, con una prevalencia del 2% en personas mayores de 65 años. Cada año, surgen aproximadamente entre 20 y 25 nuevos casos de enfermos de Parkinson por cada 100.000 habitantes. Aún es una enfermedad relativamente poco conocida que afecta principalmente a las personas mayores.
La enfermedad de parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica (pérdida progresiva de neuronas) que afecta al sistema nervioso central. Provoca esencialmente trastornos de la habilidad motora y su evolución es progresiva. La razón: afecta a una estructura de un par de milímetros que está localizada en la base del cerebro y se compone de neuronas dopaminérgicas que desaparecen progresivamente. Su función es producir y distribuir la dopamina, un neurotransmisor imprescindible en el control de los movimientos del cuerpo, especialmente los movimientos automáticos.
Las causas de la enfermedad son relativamente desconocidas. Puede ser la consecuencia de la interacción de predisposición genética -especialmente en individuos menores de 50 años- y de cofactores ambientales. Después de muchos años, se sospecha en particular de toxinas ambientales, metales pesados y pesticidas, y aditivos E951 (aspartamo) y E621.
La enfermedad de Parkinson comienza entre 5 y 10 años antes de la aparición de los primeros síntomas clínicos, una vez que la mitad de las neuronas dopaminérgicas ha desaparecido.
Mientras que los síntomas físicos y psicológicos asociados al Parkinson varían dependiendo del paciente, generalmente encontramos los siguientes:
- Temblores del paciente en estado de reposo: este síntoma afecta aproximadamente a dos tercios de los pacientes
- Rigidez muscular -hipertonía
- Lentitud de movimientos
- Signos de depresión
Aproximadamente el 50% de los pacientes también muestran signos de depresión como un primer signo de la enfermedad. Este factor a menudo retrasa el diagnóstico de la enfermedad. De hecho, las células que producen dopamina y que son destruidas por la enfermedad también controlan el estado de ánimo.
Hoy en día, no existe un tratamiento que cure completamente al paciente. El objetivo actual es mejorar los problemas causados por la enfermedad, y retrasar la evolución de los síntomas.
La medicación también provoca efectos secundarios no deseados, y los médicos a veces prefieren evitar la administración de tratamientos al comienzo de la enfermedad.
Al retrasar el inicio del tratamiento -dentro de unos límites razonables- los médicos pueden aumentar el tiempo durante el cual los medicamentos serán eficaces sobre la enfermedad y retrasar el comienzo del estadío de complicaciones motoras.
El tratamiento incluye:
- Tratamiento farmacológico: medicamentos antiparkinsonianos (levodopa, agonistas dopaminérgicos y otros medicamentos) y medicamentos para los problemas relacionados con la enfermedad de Parkinson.
- Tratamiento no farmacológico: higiene de vida, reeducación funcional, cirugía funcional, psicoterapia.
Es una escala de 5 niveles o estadíos, que permite al personal médico evaluar el grado de incapacidad y la severidad de los síntomas que muestran los pacientes con la enfermedad de Parkinson.
Estadío Uno -los síntomas afectan a una parte del cuerpo.
Estadío Dos -los síntomas son bilaterales, sin problemas de equilibrio.
Estadío Tres -problemas de equilibrio, paciente autónomo con signos leves a moderados.
Estadío Cuatro -incapacidad grave, aunque el paciente puede caminar y estar de pie sin ayuda.
Estadío Cinco -incapacidad que requiere ayuda para moverse.
Las personas que sufren de Parkinson, además de las dificultades motoras causadas por la enfermedad, también tienen que hacer frente a la incomprensión de los que les rodean. Tienen que sufrir con la imagen que proyectan debido a la enfermedad, relacionada con el envejecimiento y la discapacidad. Asociaciones como la Federación Española de Parkinson, están intentando cambiar la imagen asociada a la enfermedad, así como acompañar a aquellos que se ven afectados por ella, ayudarles a hacer frente a su día a día y ofrecerles consejo.
Es un tratamiento quirúrgico, aunque no puede aplicarse a todos los enfermos. Durante los últimos 15 años, la estimulación eléctrica repetida que se ha aplicado a las dos glándulas del subtálamo permite una mejora considerable de la acinesia, la rigidez y los temblores.
Esta estimulación no cura la enfermedad de Parkinson, pero mejora los síntomas y ahorra medicación.
Este método también tiene riesgos, principalmente sangrado durante la operación, o efectos secundarios después de la implantación como confusión mental transitoria, apatía o problemas de habla que pueden ser de larga duración.
Expresión que describe los períodos en los que los tratamientos antiparkinsonianos tienen efecto (periodo “on”) y aquellos en los que el paciente muestra problemas de movimiento, normalmente entre dos tratamientos médicos (período “off”). La aparición de los fenómenos “on-off” es característica de un estado avanzado de la enfermedad o cuando los tratamientos son menos efectivos.
Operación neuroquirúrgica que implanta un estimulador eléctrico (como un marcapasos) conectado directamente al cerebro. El estimulador eléctrico actúa como inhibidor de las áreas del cerebro que provocan los síntomas de la enfermedad de Parkinson. La operación se ofrece principalmente cuando el tratamiento con fármacos no funciona.
Afección neurológica crónica que afecta al sistema nervioso central y provoca problemas de habilidad motora. Los síntomas de la enfermedad son causados por la pérdida de neuronas en la Sustancia Negra, así como por un déficit de dopamina. La dopamina regula principalmente la habilidad motora.
Centro de control de los movimientos y núcleo del sistema nervioso, su nombre proviene del color de las células que se encuentran en ella. Está formada por neuronas dopaminérgicas (que generan dopamina). Es la destrucción de estas neuronas lo que provoca los síntomas de la enfermedad de Parkinson.
Sustancia utilizada en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, para aumentar el nivel de dopamina en el cerebro.
Dificultad para realizar movimientos o para iniciarlos, con tendencia a la inmovilidad, con ausencia de parálisis. Reducción general de todas las formas de motricidad.
Perturbación de las habilidades motoras que se traduce en movimientos involuntarios, falta de coordinación o espasmos.
Síntoma que se traduce en contracciones musculares involuntarias a largo plazo.
Es un neutrotransmisor y neurohormona que ayuda a regular el sistema nervioso central. Controla la habilidad motora. La falta de dopamina es una característica típica de la enfermedad de Parkinson.
Escala que se utiliza para evaluar numéricamente los diferentes síntomas de la enfermedad de Parkinson. Se puede usar en todos los estadíos de la enfermedad y ayuda a validar la eficacia de un tratamiento estableciendo marcas antes y después de la suministración del fármaco.
Problema de motricidad que resulta en rigidez muscular y lentitud de movimientos. La bradicinesia se manifiesta particularmente por medio de la pérdida de movimientos precisos.
Aumento permanente y exagerado del tono de un músculo en reposo, a menudo el paciente no lo nota.