Para asegurar las mejores condiciones en el cuidado de una persona mayor con pérdida de autonomía en el domicilio, es necesaria una organización familiar y financiera específica. ¿Qué condiciones se requieren para asegurar el bienestar de la persona mayor en casa?
Adaptar la vivienda de la persona mayor es un paso esencial para facilitarle la vida. La vivienda debe ser funcional y hay que eliminar todos los peligros. Es necesario comprobar los siguientes puntos:
• ¿Existen suelos antideslizantes y barras de apoyo en los baños para evitar el riesgo de caída?
• ¿Tiene el dormitorio una cama adaptada (a la altura adecuada o ajustable, dependiendo de la necesidad)?
• ¿Está bien iluminada cada habitación de la casa para que si la persona se levanta durante la noche esté segura?
Si queremos cumplir con las principales normas de acceso para personas con discapacidad o estándares de seguridad, todo el trabajo de adaptación debe ser planeado y llevado a cabo por un profesional.
Mantener a una persona dependiente en su casa generalmente implica la intervención de personal externo (cuidadores en el domicilio, asistencia médica o psicológica...). Es necesario verificar que la persona tiene acceso a todas las opciones de cuidado y servicio:
• ¿Hay disponibilidad de personal y ayuda a domicilio? ¿Necesita la persona mayor cuidados durante la noche?
• ¿Puede la persona mayor solicitar ayuda para la limpieza al estado o a asociaciones?
• ¿Pueden la pareja o familiares cercanos llevar a cabo toda o parte de la asistencia de la persona mayor con pérdida de autonomía?
La ayuda de la familia es imprescindible para que la asistencia en el domicilio sea posible. Los parientes cercanos tienen un papel importante en el cuidado de una persona mayor en situación de dependencia, organizando su vida diaria o ayudándole en las tareas administrativas. Es necesario hacerse algunas preguntas básicas:
• ¿Se sentirá sólo el anciano?
• ¿Pueden los miembros de la familia y amigos visitarle a menudo y ayudarle? ¿Hay una persona de su entorno disponible todos los días?
• ¿Se siente bien la persona mayor en casa? ¿Puede mantener el contacto con el mundo exterior?
Desafortunadamente, las familias esperan a menudo hasta el último momento para encontrar una residencia. La muerte de la pareja, un derrame cerebral o una mala caída pueden llevar a una situación de crisis. Si no nos anticipamos a ello, puede resultar perjudicial para la persona mayor, que no tendrá tiempo de prepararse tranquilamente para entrar en la residencia.
El Estado ofrece diferentes tipos de ayudas para la asistencia domiciliaria, como teleasistencia, ayudas personales, servicio doméstico, servicio de comidas a domicilio y ayudas técnicas y de adaptación funcional del hogar. En este contexto, el SAAD establece servicios de ayuda a domicilio, de acuerdo a la Ley de Dependencia, que ofrece la posibilidad de recibir atención por parte del Estado a aquellas personas mayores en situación de dependencia. A su vez, existen prestaciones comunitarias, ayudas sociales que dependen de cada Comunidad Autónoma (teleasistencia, servicios de ayuda a domicilio y otras ayudas técnicas) y deben solicitarse a los servicios sociales del lugar en el que resida la persona mayor. Pueden solicitarse, en este contexto, las Ayudas para el Acogimiento Familiar de personas mayores.
No hay que dar por sentado que podamos enfrentar todos los costes que conlleva la ayuda a domicilio. Estos costes pueden incluir:
• Gastos diarios de la casa: alquiler, gastos fijos, electricidad, calefacción, etc.
• Financiación del acondicionamiento de la vivienda: rampas, cama ajustable, suelos antideslizantes, alarmas, bañeras y duchas adaptadas, etc.
• Costes de la ayuda a domicilio: limpieza de la casa, cuidado, enfermero, comida a domicilio, etc.
• Costes del servicio médico: enfermera a domicilio, fisioterapia, hospitalización en el domicilio si es necesario, etc.
Los cuidadores son personas que no reciben un salario por cuidar a un familiar o amigo de la tercera edad. Cuidan del anciano y de su vida personal y le ayudan a moverse. No son considerados profesionales de la salud, pero pueden recibir una ayuda del gobierno para completar sus tareas como cuidadores.
Las ayudas para el acogimiento familiar de personas mayores son una aportación económica mensual con el fin de ayudar a sufragar los gastos de acogida y asistencia en el hogar de las personas dependientes.
La Ley de Dependencia, aprobada en diciembre de 2006, establece los derechos de las personas que se encuentran en situación de dependencia y sienta las bases para el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia.
El Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia ha sido creado en el marco de la Ley de Dependencia, con el fin de garantizar el cuidado de las personas en situación de dependencia en España. Se establece así la participación de las Administraciones Públicas en los servicios que están relacionados con la protección de las personas en situación de dependencia.